4. Aspectos generales del abordaje de la lengua de señas y la cultura desde la educación y los derechos

Ten en cuenta:

En el siguiente video puedes apreciar un ejemplo de la LSC:

Instituto Caro y Cuervo [Leguas de Colombia]. (S.f.). Lengua de Señas Colombiana – LSC [archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com

Si bien los componentes lingüísticos son esenciales para comprender la lengua de señas, también, como se ha señalado en apartados anteriores, es necesario analizar aspectos de su cultura, pues estos están íntimamente ligados a los primeros. Por aspectos culturales entendemos las prácticas que propenden por la conservación, el cuidado y la reproducción de la lengua y que están vinculadas a actividades como la educación, el trabajo, la recreación, los procesos religiosos y la inserción efectiva en la sociedad, las cuales buscan una garantía completa de los derechos particulares de la comunidad sorda.

Uno de los principales rezagos de la población sorda ha sido la dificultad para acceder a una educación inclusiva y de calidad, factor que se ha venido señalando en tratados internacionales como elemento fundamental para el desarrollo de estas comunidades en todo el mundo. Desde la década de 1990 se han venido realizando una serie de declaraciones a nivel mundial con miras a que los países generen políticas educativas que cierren las brechas de desigualdad frente al acceso a los sistemas educativos. Una de las principales declaraciones al respecto surge en la Conferencia Mundial sobre Educación realizada en Jomtien (Tailandia) del 5 al 9 de marzo de 1990. En esta, sus participantes crearon la Declaración mundial sobre educación para todos: satisfacción de las necesidades de aprendizaje básico (1990),


Recordando que la educación es un derecho fundamental de todos, hombres y mujeres, en todas las edades y en el mundo entero,
Reconociendo que la educación puede contribuir a lograr un mundo más seguro, más sano, más próspero y ambientalmente más puro y que al mismo tiempo favorece el progreso social, económico y cultural, la tolerancia y la cooperación internacional,
[…]
Reconociendo la necesidad de ofrecer a las generaciones presentes y venideras una visión ampliada de la educación y un renovado compromiso en favor de ella, para hacer frente a la amplitud y a la complejidad del desafío,
(Declaración mundial sobre educación para todos: satisfacción de las necesidades de aprendizaje básico, 1990, pp. 142-143).

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Unidas desarrollarían una noción diferencial, poniendo la atención sobre el bilingüismo en la educación:

Educación bilingüe intercultural: En muchos países de la región los rezagos educativos no solo se concentran en la población de menores ingresos, sino también en grupos étnicos o lingüísticos que se encuentran en situación de desventaja. Guatemala, Bolivia, Ecuador o Perú, entre otros países con una importante proporción de población indígena, han venido desarrollando, con distinto éxito, políticas educativas basadas en el bilingüismo y la interculturalidad. Sin embargo, resulta evidente que este tipo de políticas debe reforzase, tanto con relación a los niños como a los jóvenes y adultos, cuyos derechos a la educación no se encuentran plenamente garantizados y presentan altas tasas de analfabetismo (Naciones Unidas, 2005, p. 98).

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En el ámbito de la educación bilingüe y los procesos interculturales, las Naciones Unidas identifican el valor y la importancia que tiene para los países del hemisferio la creación de espacios y proyectos que permitan generar un reconocimiento explícito de las diferentes comunidades lingüísticas de estos, lo que lleva a considerar componentes de orden étnico, teniendo en cuenta que en Colombia coexisten más de 64 lenguas que han sido reconocidas oficialmente, riqueza lingüística que presenta uno de los riesgos más serios de las lenguas minoritarias en el mundo: la desaparición.

Como se ha identificado en el eje histórico de esta unidad, desde principios del siglo XX se han implementado en Colombia procesos de formación enfocados en las escuelas de sordos, principalmente encabezados por la iglesia, pero solo hasta finales de siglo se logró una declaración legal clara sobre la nominación de la lengua de señas, lo que demuestra el lento acontecer de los procesos de incorporación histórica que ha tenido esta lengua y cultura en el país. La consecuencia directa de esto es un lánguido proyecto educativo para la población sorda, pues aunque se han realizado esfuerzos sustanciales en materia de la primaria y la secundaria, siguen existiendo amplios vacíos frente a la formación universitaria y pos gradual de estas personas, ya que no se cuenta con las disposiciones generales de las universidades en materia de exámenes de admisión, cantidad de intérpretes y herramientas de inclusión que favorezcan su tránsito por la vida universitaria.

Actualmente, los Objetivos de desarrollo sostenible (s. f.) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo presentan una serie de 17 objetivos y 169 metas que deben contribuir a resolver los problemas sociales en el mundo. En el cuarto de estos objetivos se describe la importancia de que los países cuenten con un sistema de educación de calidad que asegure una educación inclusiva y equitativa y permita promover el aprendizaje de todos, lo cual implica la generación de oportunidades de inclusión para la comunidad sorda en procesos de educación que les posibilite un desarrollo pleno. Así, la educación se constituye en un derecho fundamental que no se determina solo por la adquisición del código lingüístico, sino también por el ejercicio de una ciudadanía plena.

En el caso de Colombia, el Instituto Nacional de Sordos (INSOR) genera informes a través del Observatorio Social: Población Sorda Colombiana, donde analiza diferentes factores de la población sorda en el país relacionados con la garantía de sus derechos (a la educación, salud, trabajo, elementos médicos, entre otros). Estos boletines dan cuenta de la compleja situación que vive la nación y los retos que debe superar el Estado para la garantía general de la comunidad sorda.


Viviana Burad (2013) afirma que “la ciudadanía se construye socialmente en un espacio de acciones, prácticas e instituciones que integran a los individuos, reconociéndolos como iguales en tanto seres humanos y a la vez diferentes” y que “la injusticia comienza cuando las diferencias generan desigualdades” (p. 5). En este sentido, el acceso a la educación como un derecho les posibilita a las personas sordas la activación de otro derecho, un trabajo digno, lo que desemboca en una vida social completa para la comunidad sorda.

Ten en cuenta:

Si quieres profundizar sobre la comunidad sorda en Colombia puedes visitar el portal web del Instituto Nacional para Sordos (INSOR), donde encontrarás información actualizada y pertinente sobre el tema.